Imagen de la plaza de toros con el albero embarrado
La lluvia que cayó durante todo el sábado y muy especialmente durante las horas cercanas a la corrida en San Clemente impidió que la corrida prevista para las cinco de la tarde, tuviera que ser suspendida unas horas antes.
A pesar de que durante la mañana y hasta el medio día, el albero de la coqueta plaza de San Clemente había recibido bastante agua, éste se mantuvo en condiciones suficientes para desarrollar la corrida, muestra de ello fue que los caballos de la rejoneadora Noelia Mota se estuvieron preparando hasta que se tuvo que tomar la decisión final en torno a las tres y media.
No obstante, pasadas las dos de la tarde, la lluvia se hizo más patente y constante, provocando que peligrara la integridad de los actuantes, motivo por el que se decidió suspender la corrida, sin tener, hasta el momento, constancia de que se vaya a repetir en futuras fechas.
Testigos directos que pudieron ver las condiciones del ruedo, aseveraban, en torno a las cuatro de la tarde, que el albero estaba en ese momento impracticable, por lo que la decisión de suspender no dejaba lugar a dudas, algo que, por el contrario y según apuntaba Domingo tras la suspensión, para él no era una buena noticia, pues esa tarde le hubiera ayudado mucho para preparar su próxima cita, en Madrid, este mismo domingo, ya que según señalaba el torero charro "me vestía de luces, sentía el traje, la presión y me hubiera ayudado a meterme un poco más en el compromiso de Las Ventas".
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